Programa GDH: relaciones intergeneracionales, fuente de crecimiento personal
Por: Equipo de comunicación Cáritas Guantánamo-Baracoa
El Programa Grupos de Desarrollo Humano (GDH), en la Diócesis Guantánamo-Baracoa, organizó una formación con el objetivo de revitalizar las relaciones intergeneracionales como herramienta para contribuir a la formación de los beneficiarios en amor, respeto, tolerancia e inclusión.
En alianza con el Programa de Personas Mayores (PPM), este encuentro ofreció una amplia panorámica en cuanto al vínculo entre personas de distintas edades y sus frutos por el intercambio de conocimientos, tradiciones, cuidados, el logro de una percepción más positiva de las diferentes generaciones y la posibilidad de abrir puentes de solidaridad, responsabilidad y cohesión.
Como parte del trabajo en equipo, los animadores expresaron sus ideas para transmitir este tema a los beneficiarios mediante el aprovechamiento de la música, lectura de cuentos, tradiciones de las localidades e interrelación de los niños y adolescentes con los hogares de ancianos y en el seno familiar, entre otras iniciativas, en pos de sensibilizarlos en ternura y comprensión hacia los mayores.
En ese sentido, enfatizó la hermana Beata Kruszewska, coordinadora de GDH, es esencial responder a la realidad de los beneficiarios, teniendo en cuenta las características de cada grupo para así fortalecer las relaciones intergeneracionales, a partir de la riqueza de conocimientos compartidos y las experiencias de quienes aun tienen mucho para dar a la sociedad.
Como parte del encuentro, la jurista Yuraisi García brindó una capacitación a los voluntarios acerca de los Estándares de Gestión que incluyen la Salvaguarda, de Cáritas Internacional, y la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, para darles a conocer su contenido y solicitar su aceptación con la firma de las actas de los Códigos de Ética y Conducta, la Política de la organización sobre prevención del fraude y la corrupción, así como el Manual de actuación ante casos de abusos contra menores de edad y adultos vulnerables.
Los participantes debatieron también en torno a la importancia de esta preparación y ofrecer una postura de ejemplo coherente, según el Magisterio de la Iglesia Católica, para afrontar en mejores condiciones el quehacer de los grupos, conformados en no pocos casos por niños y adolescentes provenientes de hogares fracturados, que afectan el bienestar de los menores.
Los animadores de GDH agradecieron la formación ofrecida porque resulta inspiradora, anima, orienta y nutre de saberes útiles en el contexto actual.
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