Encuentros de Formación en Cáritas Habana
Por: Equipo de comunicación Cáritas Habana
Continúan los Encuentros de Formación para los voluntarios que colaboran en los diferentes servicios que brinda el Programa de Personas Mayores (PPM) de Cáritas Habana.
El acompañamiento: un ojo abierto y un oído dispuesto sigue siendo el lema que guía al Equipo de Formación del PPM que pone mucho de sí para que los beneficiarios se sientan acogidos. En un III encuentro en la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, correspondiente al municipio del Cerro, zona Cerro – Vedado, asistieron 24 personas de las comunidades Sta. Rosa de Lima, San José y El Pilar, principalmente.
Durante la jornada se enfatizó en la importancia de promover el intercambio intergeneracional, para que los jóvenes conozcan más sobre las actividades que pone en práctica el programa. También se habló de cómo el acompañamiento puede tener un mayor impacto en los barrios, en la necesaria sensibilización a las personas para que sean capaces de sumarse a la noble tarea de ayudar al prójimo. Los asistentes expresaron, además, la necesidad de realizar más talleres y encuentros de formación, porque a través de estos, los participantes pueden exponer criterios y experiencias que podrán funcionar como guía o apoyo a futuras actividades comunitarias.
Por otro lado, el IV encuentro que tuvo lugar este 24 de abril reunió a 36 participantes y comenzó con un mensaje de aliento del P. Alberto Sola, de la Vicaría de la Asunción, que comprende a comunidades de San Miguel del Padrón, Guanabacoa, Regla, Cotorro, Campo Florido, Casa Blanca y Habana del Este. El P. Alberto también animó a sumarse al trabajo con los más vulnerables y agradeció a los presentes por el servicio que ofrecen en sus lugares de origen.
En esta última cita se insistió en la importancia del saber acompañar al prójimo que no es más que saber escuchar, aceptar y respetar el sentir y pensar del otro (emociones, gozos, sentimientos y preocupaciones).
Una interrogante que invitó a reflexionar fue: ¿para qué acompañamos? A la cual muchos respondieron: Para que la persona se sienta animada, segura, digna. También para aliviar esas necesidades espirituales que tanto abruman hoy. Celebrar, animar y ser familia es otra de las maneras de acompañar.
El trabajo en equipo permitió compartir entre hermanos las experiencias y vivencias en otras comunidades. Los asistentes coincidieron en que ello fortalece la labor que realizan. Asimismo, tuvieron la oportunidad de intercambiar criterios y sugerencias sobre cómo realizar futuros intercambios, propuestas de proyectos y dinámicas grupales para este grupo etario, que se pueden incorporar en las diferentes comunidades.
Próximamente se realizará un 5to encuentro con la finalidad de que participen los voluntarios de aquellas comunidades de la Arquidiócesis de La Habana que aún no han tenido la oportunidad de intercambiar con sus hermanos en la fe las maravillosas vivencias que ayudarán a llevar el amor de Cristo a quienes más lo necesitan.
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