Encuentro intergrupal del Programa de Personas Mayores en la Diócesis de Ciego de Ávila
Texto y Foto: Gian Díaz , Comunicador diocesano
«La esperanza es la virtud que nos permite afrontar las dificultades con la certeza de que Dios está con nosotros.» – Santa Teresa de Calcuta.
El pasado sábado 20 de septiembre se llevó a cabo un encuentro intergrupal del Programa de Personas Mayores, entre las comunidades de Falla, Florencia y Tamarindo, el cual tuvo como enfoque principal la esperanza, una virtud fundamental que nos une e impulsa a avanzar en momentos complicados.
La jornada inició con una plegaria dedicada a la esperanza, creando así un ambiente de reflexión y espiritualidad entre todos los participantes.
La esperanza es una virtud que nos permite afrontar los desafíos con confianza y optimismo. Por ende, una de las actividades centrales del encuentro se centró en explorar cómo cada individuo puede fomentarla, tanto en sí mismo como en los demás. Se alentó a los presentes a compartir sus propias prácticas que les ayudan a mantener encendida esta llama de esperanza.
Desde simples acciones como la gratitud diaria hasta gestos más significativos de solidaridad, cada aporte resulta valioso para construir un ambiente positivo y motivador.
Además, el encuentro brindó un espacio para reconocer los indicios de esperanza que percibimos en los demás. Los participantes tuvieron la oportunidad de resaltar acciones o actitudes inspiradoras que observan en las personas de su entorno.
Esta actividad no solo fortaleció el sentido de comunidad, sino que también permitió a todos reflexionar sobre el impacto positivo que podemos tener unos en otros.
A través de este intercambio se buscó, no solo fortalecer los vínculos entre las comunidades, sino también fomentar un espíritu de resiliencia y optimismo.
La esperanza es contagiosa y al compartir nuestras experiencias y reflexiones, motivamos a otros a encontrar su propio camino hacia una vida llena de luz y posibilidades.
Visitas: 13