Aprendiendo a crecer en tiempos de renovación
Texto y foto: Roberto Alfonso Lara
Cada vez que llega el mes de septiembre, nuevos aires oxigenan al Programa Aprendiendo a crecer (Aac), de Cáritas Cienfuegos, mientras se alistan las condiciones para retomar las actividades en la veintena de talleres que funcionan en esta Diócesis del centro sur de Cuba.
Para conocer los horizontes de la etapa por iniciar, dialogamos con Susana Sabina Gallosa, coordinadora diocesana de Aac en Cienfuegos, quien subrayó los objetivos, metas y alianzas establecidas, en aras de proveer mayor bienestar a las personas en situación de discapacidad física e intelectual.
Vuelven los talleres en octubre, ¿cuáles son las proyecciones?
“Ahora transitamos por un periodo de preparación, el cual incluye el diseño de todo el trabajo que llevaremos a cabo hasta enero de 2025. Por ello, nos enfocamos en el acompañamiento y la formación de los voluntarios.”
“Durante los próximos meses fomentaremos los encuentros con las familias de personas diagnosticadas con trastornos del espectro autista (TEA). Esto comenzamos a realizarlo el curso anterior, y la intención es seguir. De igual modo ocurrirá con los padres de los beneficiarios que asisten a nuestros espacios.”
“Otro de los propósitos consiste en impulsar emprendimientos en aquellos talleres donde existan posibilidades reales de ser asumidos por sus miembros; en tanto, en vísperas del 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebraremos una jornada más amplia, especialmente desde las plataformas en línea.”
La inclusión aún es un reto. ¿Cómo se asume dentro de Aac?
“Este tema lo tratamos desde hace tiempo, capacitamos a voluntarios y familias, y nunca dejamos de abogar por él. Nuestros talleres, por ejemplo, desarrollan actividades de culinaria, manualidades, jardinería y costura. Incluso, en Trinidad, el grupo de beneficiarias confecciona alfombras y prendas de vestir, las cuales comercializan luego y con eso ganan su propio dinero.”
“Una experiencia similar acontece en el asentamiento de Cartagena, del municipio de Rodas, donde tenemos personas en situación de discapacidad que trabajan en una floristería; mientras, en el poblado de San Fernando de Camarones, de Palmira, otro beneficiario labora en una panadería. En ambos casos, no poseen contratos ni perciben remuneración, ante la falta de un cuerpo legal que los ampare.”
¿De qué manera funcionarían los emprendimientos que pretenden incentivar?
“En Cartagena, por ejemplo, el taller dispone de un vivero con plantas ornamentales y medicinales, sembradas por sus integrantes, quienes después las venden a precios ínfimos. Ello les permite insertarse en la sociedad y percibir el fruto del esfuerzo. Allí, las beneficiarias elaboran adornos para el cabello y otros artículos, los cuales expenden, y las ganancias son utilizadas en provecho del grupo”.
Unos meses atrás quedó constituida la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual (ACPDI). ¿Qué nexos existen hoy?
“Establecimos el vínculo el pasado 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down, y fuimos invitados por esta nueva asociación a participar en una acción con motivo de la fecha, la cual tuvo lugar en el Palacio de Pioneros Sueños de Juventud. Desde entonces, se han forjado alianzas para insertarnos dentro de su programación, siempre que nos inviten. Creo que es una oportunidad de colaboración mutua, a favor del segmento poblacional que atendemos.”
Al término de la plática, Sabina Gallosa adelantó el interés de rescatar “el proyecto de las casitas, al menos en el taller Sembrando siempre amor, de la Catedral de Cienfuegos. La frecuencia sería tres veces por semana, desde las 8:30 a.m. hasta la 1:00 p.m., con merienda y almuerzo garantizados. Así, los beneficiarios tendrían mayor espacio para salir a la calle, hacer compras, participar en la elaboración de alimentos y en varias dinámicas de socialización. Además, prevemos incluir las actividades que anteriormente realizaban en el Taller de la Gráfica, y otras de la mano de CubaEmprende. El desafío es poder extender la iniciativa a talleres como los de Trinidad y Cartagena, donde apreciamos que existen también las condiciones”, aseveró.
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Que el Señor nos inspire siempre,cómo decir, cómo hacer,cómo actuar, todo en beneficio de nuestros muchachos y sus familias y para mayor gloria de Dios.