Taller de formación y de amistad fraterna.
Por: Equipo de Comunicación Cáritas Habana (sacado de la página de facebook)
La Habana, 11 de noviembre del 2022 – Un Taller de Formación General de Laicos tuvo lugar por estos días en la Parroquia de San Isidro Labrador en Managua, municipio de Arroyo Naranjo. Dicha actividad tuvo la finalidad de contribuir a la capacitación, acompañamiento y animación de los voluntarios de las parroquias, para mejorar el servicio que realizan a los pobres desde el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) y a través de los testimonios del amor de Dios.

El taller estuvo a cargo de la profesora Margarita Pérez Leyva, coordinadora del Programa de Formación General de Cáritas Habana, quien ofreció herramientas para vivir el acompañamiento a los más vulnerables desde el llamado de Jesús a sus discípulos a evangelizar a las naciones. Entre canciones, dinámicas grupales, lecturas del Evangelio y trabajo en equipos; voluntarios y feligreses de las comunidades de Managua, Las Guásimas, Lechuga y Guara (Güira de Melena, Artemisa) compartieron sus conocimientos sobre el ejercicio de la caridad y la asistencia al prójimo desde sus vivencias cristianas.

Dignidad de la Persona Humana, Bien Común, Solidaridad y Subsidiaridad fueron los principios elementales de la DSI abordados. Desde ellos, los participantes miraron el papel de la Iglesia en la sociedad y su misión en el mundo. A la plática se unieron el P. Lucas Kluzka y el Hmno David Walchak, polacos de la Congregación de los Padres Palotinos (San Vicente Palotti), quienes organizaron la acogida e iluminaron con sus testimonios en favor del compromiso personal y comunitario para el crecimiento de la Iglesia.
Carmen Sobrino es una de las profesoras más antiguas de la comunidad. Ella lleva más de 15 años como maestra voluntaria de Español- Literatura. Forma parte de otros profesores colaboradores del programa Grupo de Desarrollo Humano de Cáritas Habana, que se encargan de impartir clases de inglés, español, matemáticas y música a niños de primaria y secundaria. Algunos adultos también resultan beneficiados con lecciones de inglés. La finalidad es reforzar los estudios docentes que reciben los más pequeños. La profesora habla con orgullo del proyecto, que por el momento está detenido, pero que en breve comenzará sus actividades nuevamente.
“El P. Lucas y el Hmno. David, de la Congregación de los Palotinos, que nos acompañan en la comunidad, nos han ayudado a fortificar las distintas actividades pastorales de la Iglesia. Solo nos faltaba este taller de formación para sentirnos más seguros y para aprender más sobre el aporte de los laicos en el trabajo de la Iglesia”, expresó Carmen.

Magalys y Hortensia, por su parte, pertenecen a la comunidad de Guara, en Güira de Melena. Son voluntarias del Programa de Personas Mayores y en su lugar de residencia prestan ayuda con productos básicos de aseo y alimentos. También visitan enfermos y llevan, junto a los sacerdotes, los sacramentos a las personas mayores que ya no pueden asistir a Misa.

“Desde el punto de vista espiritual es muy gratificante pertenecer a este grupo de voluntarios. Llevamos muchos años ya, y es cada vez más hermoso apoyar también espiritualmente a las personas más necesitadas. En ocasiones es duro ver cuántos necesitados hay en nuestros pueblos, pero acompañarlos y estar ahí para ellos nos beneficia mucho a todos”. Las voluntarias también trabajan en la catequesis infantil y comparten sus experiencias con los más jóvenes.
Por su parte, Carlos Sosa lleva unos 30 años de trabajo como voluntario en las Cáritas parroquiales, primero de la Iglesia de San Juan Bosco en Diez de Octubre, y desde hace tres años, en la comunidad de Las Guásimas.
“Esta última es una comunidad que se encuentra en crecimiento, tras el éxodo de muchos de sus miembros. Sobre todo, hay personas mayores que, gracias al trabajo de los padres, van regresando a la Iglesia. En estos momentos el trabajo de Cáritas parroquial también se encuentra en evolución. Poco a poco vamos retomando el quehacer en la comunidad y sumando voluntarios a la tarea de la Iglesia”-refirió.

De manera general, los asistentes al taller refirieron haber tenido un día especial y expresaron su disposición a organizar otro similar, para volver a compartir experiencias y conocimientos. Fue una hermosa jornada, que culminó con alegría y nuevos amigos deseosos del reencuentro en un futuro cercano.
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