“Maricari es un misterio divino”

CÁRITAS HABANA

Foto: Adrián Martínez Cádiz

La Habana, mayo de 2021— Así nos dice su mamá, en un intento por explicarnos que, desde su nacimiento, María de la Caridad derrumbó todos los juicios respecto a sus limitaciones y posibilidades. Es versátil, escribe, tiene facilidad para las distintas manifestaciones artísticas, expone sus ideas con juicios claros y directos (a veces frontales), pero siempre diáfana y amable.

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Maricari tiene una especie de don, incluso, para aconsejar y acompañar; cuando nota a la madre agobiada, es capaz de tomarle la mano y decirle: “No puedes seguir hoy. Tú das mucho en esta vida mamá. Tienes que hacer esto mañana, porque ahora mismo no lo vas a resolver”. Cuando oye a su hija hablar así, siente confianza y fortaleza absolutas, porque la vida que construyen le supone un crecimiento espiritual constante.

Hace mucho que nadie les visita. Cualquier cuidado es poco ante esta pandemia. Aunque al principio Baby (su mamá) no parecía muy segura, Maricari ha vuelto a calmarla con pocas palabras. Hizo algunos apuntes biográficos para esta entrevista; con tal de que no se quedaran cosas importantes por mencionar. Ante la pregunta de si se siente cómoda con la cámara, no duda en responder: “Todos tranquilos. He hecho esto antes. Crecí en La Colmenita. Estuve en obras de teatro y algo de baile español. Soy artista”. Ella está lista para cualquier desafío, nada le suponen unas pocas preguntas…

—¿Qué manifestaciones artísticas te inspiran?

—Todas. Me gusta el arte, la danza, la pintura, la música…

—Pero tienes una favorita…

—La escritura. Siempre sueño con mis personajes favoritos, me los voy creando en la mente, hago las historias y las escribo en mi computadora. Me inspiran la magia, los hechizos. En mi biblioteca hay libros de Cleopatra, de América del Norte, Julio César, la civilización maya, entre otros. Yo los descargo a partir de aplicaciones.   

—Supe que tienes libros publicados.

—Sí. Por ahora solo “La magia de los sueños”. Trabajo en “El Conde Drácula”, que es una nueva versión mía. La fui modificando a mi forma, trabajé con los mismos personajes, pero varié los diálogos y la historia. Tengo otro sobre mi familia que aún no está terminado.

—Escribir, ¿literatura para adultos o para niños?

—Realmente ambos. Aunque también quisiera dedicarme al teatro, la pintura, la música o ser diseñadora de modas para chicas. Para chicos no, porque es más complicado. 

—¿Qué cosas haces en casa durante estos últimos meses?

—Paso el día entero oyendo música, tanto cubana como internacional. Me gusta escuchar los discos de Shakira. Es mi cantante favorita. Pasa que la Shakira de ahora no me gusta mucho, me gustaba más cuando era más joven. También David Bisbal, Chenoa, David Bustamante, Pablo Alborán, Álvaro Torres, Beyoncé. Tengo algo de Maná, Eminem, Ricardo Arjona, Luis Fonsi…

“También las canciones en inglés. Porque estoy dando un curso de inglés con una profesora, Niurka, que es muy buena y agradable. Ella daba clases de inglés en La Inmaculada, pero con esto de la pandemia no ha podido seguir”.

“Sabemos que hay una pandemia que está acabando con todo el mundo. A mí me interesa un poco, pero no tanto. Porque mi vida se basa en la fantasía, en la música, en la pintura, en los dibujos animados. Esa es mi vida”.

—¿Ayudas en la casa?

—Sí. Aunque no me gusta fregar. Y sí planchar, lavar, cocinar y mantener mi ropa en orden.

—Si te dieran la oportunidad de trabajar en algo, ¿qué te gustaría y por qué?

—En el medio ambiente. Porque nosotros somos los culpables de dejar la tierra entre manchas. Entre cosas feas. Hay montones de acciones que destruyen nuestro medio ambiente. Y no me gusta eso. Hay que ser prudentes y cuidar la Tierra. A mí me encanta la botánica, los animales; detesto el maltrato animal.

—¿Quién es tu mamá?

—Lo es todo. Mi compañera. Mi mejor amiga de los años. Una persona muy especial. Gracias a ella, porque saca lo mejor de mí. Uno de mis sueños es que siempre esté bien. En un futuro quisiera tener mi propio salario del mes, para así publicar todos mis libros y lograr mi mayor objetivo: viajar con mi mamá. La amo. La respeto. La necesito mucho. Y somos un gran equipo. 

—¿Y Cáritas Habana?

—Estoy agradecida de pertenecer a ese programa, porque me ha servido para darme cuenta que soy una persona con Síndrome de Down. Lo tengo. Se me nota. Pero sé, además, que no hay persona perfecta. Cada uno tiene su experiencia, su forma física. Para mí esa palabra (Síndrome de Down) no es una enfermedad, ni una cosa fea. Es agradecer y cuidar a las personas que lo padecen, porque son personas frágiles e inocentes. Lo único que queremos es ser felices. Que nos apoyen. Que vean en nosotros que sí podemos.

 “Hay personas que nos marcan la vida. Que cuando ven a un niño, a una niña, a un muchacho, a una muchacha, con Síndrome de Down pueden pensar que son «mongos», raros. Eso para nosotros sería una cosa fea. Porque realmente no somos ni bobos, ni «mongos». Solo personas con derecho a vivir la vida”.

—Tus amigas y tú, tú y tus amigas.

—Tengo dos buenas amigas. Las dos con Síndrome de Down. Una es Yisel. Otra es Frida, que es como mi hermana. No tan sociable como yo, pero muy inteligente. Yo la amo mucho.

“Entre ellas yo vengo siendo como un mosaico. Solo que mi mosaico es diferente. Me relaciono, socializo, estudio. Me estoy leyendo ahora mismo un libro buenísimo: Harry Potter y El Cáliz de Fuego. He leído también libros de Gabriela Mistral, Dulce María Loynaz, entre otros”.

—¿Y si consiguieran trabajar?

—Me gustaría mucho. Tendríamos nuestro dinero, nuestros ahorros. Podríamos ganar nuestra propia vida. Creo que vale la pena conseguirlo.

PALABRAS CLAVE: Cáritas Cuba, La Habana, Programa Aprendiendo a crecer, Aac, Maricari, María de la Caridad, Síndrome de Down, artista, literatura, libro, entrevista, testimonio, familia, superación personal, pandemia, Covid 19.

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Equipo de Comunicación Cáritas Habana
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