Dónde se reparte amor en forma de Pan

Por: Equipo de comunicación Cáritas Holguín – Las Tunas.
Cada acompañamiento a los servicios de comedores nos acerca a realidades muy difíciles y nos lleva a admirar aún más la generosidad y grandeza espiritual de quienes sirven a las personas mayores.
Durante la semana del 8 al 12 del presente mes de julio se realizaron visitas a algunos comedores, los cuales, apoyados por el programa PPM de Cáritas, en la diócesis de Holguín – Las Tunas, dedican tiempo y esfuerzos al servicio de elaboración y distribución de almuerzos a personas vulnerables de la comunidad.
Se eligieron tres comunidades:
- La Parroquia San José
- La Parroquia Vista Alegre
- El Hogar de las Hermanas Franciscanas en La Salida San Andrés.
En cada servicio, se recogieron hermosos testimonios de amor y entrega al más pequeño.


En la parroquia San José nos recibió la hermana Rosita, representante de Cáritas, la cual nos explicó cómo llevan este servicio dos veces en la semana en el cual cocinan para 60 comensales cada día, a pesar de que ellos no poseen una instalación idónea al respecto. La entrega se hace por medio de vasijas al beneficiario, de ellos, muchos precisan que se les lleve hasta sus casas debido a discapacidades físicas o de salud. Tres voluntarios asumen de esta responsabilidad.

Allí se escuchó el testimonio de Rubén del Toro, el cual manifestó su inmensa gratitud y reconocimiento hacia el grupo de hermanas y hermanos que componen el grupo de voluntarios de esa comunidad. Igualmente, se compartió la historia de Celita, una hermana fundadora de esta actividad, quien se siente feliz de poder servir a sus hermanos.

También visitamos la comunidad de Vista Alegre, en ella permanecimos toda la mañana compartiendo experiencias maravillosas a partir de las vivencias que nos regalaban Adela y Cuki.
Estas dos maravillosas personas, poseedoras de un inmenso amor al prójimo, nos narraron sus experiencias en torno a los beneficiarios que allí acuden en busca de calor humano, algo que va más allá de un trozo de pan o un plato de sopa, algo que solo se encuentra en lo profundo del alma de un cristiano. Y Adela y Cuki, tienen de sobra para regalar.

Este voluntariado ofrece el servicio de almuerzos dos veces por semana. Poseen un precioso comedor, muy bien organizado, con capacidad para 20 comensales a la vez. También ellos llevan los alimentos a otras personas hasta sus casas cuando estos no pueden asistir.
Allí conversamos con algunos de los beneficiarios y todos comentaron que esa parroquia es su verdadera casa, un hogar, donde reciben amor fraterno.
Entre estos se encuentra Mayito, el cual dice que es hijo de Adela, otro apodado como «el profesor», muy correcto y respetuoso; a Regina, la cual visitamos en su casa mientras Cuki a le llevaba el almuerzo.
«Si Jesús murió por nosotros, que menos podemos hacer que servirle en los que tienen hambre?»
Hermosa interrogante reflexiva de Adela, la hermana de esa parroquia.
Para finalizar nuestro recorrido nos trasladamos hasta el Hogar de las Hermanas Franciscanas, situado en la salida de San Andrés. Aquí nos recibió la Hermanita Andrea, un amor de persona. Ella es la que está al frente del servicio en esta comunidad.
Ellos poseen un comedor muy bien formado, diríamos que muy bonito. Allí prestan este servicio 4 veces por semana, de lunes a jueves, dónde se atiende a 47 beneficiarios diariamente, sumándose a estos alrededor de 10 más, que siempre acuden en busca de ayuda, lo que hace una cifra de 57.
Tuvimos la dicha de llegar cuando comenzó el servicio, tanto Andrea como la hermana que elabora los alimentos, se desempeñaban con maestría y sobresalió en todo momento la grandeza de espíritu y amor a Dios. Fue una experiencia inolvidable.
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Buenas noches. Muchas gracias para Cáritas y para esas personas que entregan su Amor y Tiempo a los más necesitados. Dios los Bendiga.
Bendiciones a usted también. Agradecidos con sus palabras!!!