Curso de la Respuesta Humanitaria en Cuba a diócesis afectadas por huracán Melissa
Por: Equipo de comunicación de Cáritas Cuba
Fotos e informes de equipos diocesanos de Cáritas Cuba
A menos de un mes de los golpes del huracán Melissa en la región oriental de Cuba, la respuesta humanitaria de Cáritas es visible en muchas comunidades cuyas familias quedaron severamente afectadas por ese siniestro, del cual se asegura en informes recientes del Programa de Naciones Unidas, resultaron damnificadas más de 2 millones de personas y una cifra superior a las 70 mil viviendas presentan daños parciales o totales.
Entre las acciones que dan curso al apoyo desde la iglesia católica mediante organizaciones y hermanos de bien, dentro y fuera del país, resaltan la distribución de alimentos a familias con disímiles vulnerabilidades, la atención a personas en comedores habilitados durante la emergencia, el aumento de beneficiarios en aquellos servicios del Programa de Personas Mayores, la entrega de donativos con recursos de primera necesidad y otros útiles para la recuperación de la agricultura en zonas rurales.
Cáritas Cuba, a través de la organización de su Programa de Gestión del Riesgo y Desastres, asumió antes del meteoro su protocolo institucional, el cual prevé la comunicación constante con los equipos y agentes parroquiales de las comunidades antes, durante y después del evento adverso. Ello permite un flujo informativo en torno a las necesidades y afectaciones luego del paso del ciclón.
Organizaciones como World Central Kitchen (WCK) fueron de las primeras en extender su gesto de solidaridad como tradicionalmente hacen en países con situaciones similares. En colaboración con Friends of Caritas Cuba y Cáritas Cuba, se distribuyen un total de 7 mil kits de alimentos a familias que pueden cocinar por sí mismas (2464 para familias de la diócesis de Santiago de Cuba, 2 300 a familias de Holguín-Las Tunas, 1 200 a Bayamo-Manzanillo y 1036 a Guantánamo-Baracoa.) Estos módulos incluyen ingredientes suficientes para 25 comidas (arroz, pasta, aceite, y otros productos) que proporcionan la nutrición vital en el proceso de recuperación comunitaria.
Esta propia organización de WCK también suministra utensilios de cocina a hogares que perdieron los electrodomésticos necesarios para la elaboración de sus alimentos (1000 ollas multipropósito o reina que se destinan 350 a Santiago, igual número a Holguín y 300 a Bayamo.
La entrega de comida caliente también figura entre sus acciones de apoyo a la actual emergencia, justamente en la diócesis de Holguín-Las Tunas donde ofreció ese servicio a dos comedores diocesanos durante cuatro días.
Familia damnificada de la diócesis de Holguín
Detallamos el ejercicio de apoyo comunitario y la distribución de ayudas en las diócesis que fueron perjudicadas por el meteoro el pasado 29 de octubre de 2025.
Diócesis de Santiago de Cuba
Días antes del huracán Melissa, la Cáritas Diocesana realizó un estudio de su realidad y mediante una estrategia de «pre-posicionamiento», logró descentralizar y trasladar alimentos junto a recursos de higiene a sitios seguros, de manera que quedaran protegidos en pos de un accionar oportuno e inmediato luego del desastre, a sabiendas de la crítica situación que viven las familias.
En este sentido, lo primero fue distribuir 4,492 raciones de alimentos, 50 kg de detergente y más de 400 jabones a familias vulnerables, mientras que en la parroquia del Cobre se decidió la preparación de 1,300 raciones de comidas diarias a través de 29 Casas de Misión. Asimismo se activó una «Pastoral de Conjunto» con otros agentes eclesiales, como la comunidad de Sant’ Egidio, que lograran apoyar a las familias damnificadas con los donativos que llegaran a la diócesis.
El equipo diocesano de Cáritas Santiago refiere hasta el momento la recepción y distribución de los donativos que se enumeran aquí:
Katapulk: Benefició a 250 familias con alimentos.World Central Kitchen: 3,464 módulos de alimentos y 350 ollas multipropósito, que fueron entregados a familias damnificadas, incluyendo padres de niños con cáncer y embarazadas.Mandao: Donativo destinado a la comunidad de Sant’Egidio para cocinar a personas en situación de calle.
En la página en Facebook del Arzobispado de Santiago de Cuba se describe el apoyo desde Miami, Estados Unidos de más de 20 toneladas de alimentos (20 385 kilogramos) que propician la confección y distribución de 1400 módulos de alimentos para igual número de familias damnificadas y además mantener el servicio de los comedores emergentes que alimentan diariamente a unas 3000 personas en diversas modalidades.
El apoyo interdiocesano es visible en medios digitales de Cáritas que visibilizan la organización, traslado y entrega en Santiago de Cuba de donativos procedentes de Santa Clara, Ciego de Ávila, Matanzas y la Habana, los cuales benefician hoy a personas de comunidades como Santa Cruz, La Maya, algunas pertenecientes al poblado del Cobre, entre otras.
Diócesis Holguín-Las Tunas
El acompañamiento, visita y apoyo directo a las personas damnificadas matiza la labor de esta Cáritas diocesana, lo cual constituye un gesto de aliento que promueve mensajes de esperanza en momentos donde se experimenta una realidad sufriente de gran impacto.
El hecho de vivir inundaciones que destruyeron viviendas, bienes familiares, cultivos, animales y las fuentes de ingresos únicas de las personas, multiplica el panorama de afectaciones en esa zona oriental de Cuba. Ello atrajo además la contaminación del suministro de agua que avizora el aumento de enfermedades en esta área y las aledañas.
Un primer estimado arrojó perjuicios en 5 mil familias que requerían ayuda urgente de alimentos, medicamentos, agua potable y productos de aseo pero se conocía que esa cifra se superaría con creces, debido a que muchas localidades permanecían sin acceso para la evaluación de sus daños. En una primera etapa, el equipo del Programa de Gestión del Riesgo y Desastres decidió la creación de comedores de emergencia para las personas con mayores vulnerabilidades y la distribución de módulos de alimentos y aseo que tenían como reservas en la institución, y otras pertenecientes a la iglesia local, además de recursos donados por Cáritas Ciego de Ávila.
La segunda etapa permitió al voluntariado la entrega de prendas de vestir a quienes perdieron todo: sábanas, colchones, artículos básicos y materiales que apoyen la reparación de las viviendas dañadas. Gracias a World Central Kitchen se distribuyen 2,300 módulos de alimentos y 350 ollas, a la par del donativo proveniente de la arquidiócesis de Miami (22.347 libras de alimentos no perecederos) y entregado por el Padre José Joaquín Espino, rector del Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad en Miami y Sor Eva Pérez Puelles, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Asimismo, desde la Oficina de medios de Comunicación del Obispado de Holguín-Las Tunas se citó y agradeció la gestión y ayuda de donativos monetarios y materiales de personas, organizaciones y diócesis cubanas, entre ellas la Soberana Orden de Malta, World Central Kitchen (WCK), Carlos Lazo y Puentes de amor, Gordi S.U.R.L. y las diócesis de Ciego de Ávila, Pinar del Río y Guantánamo. En su canal en Facebook informaron la entrega a la diócesis de Bayamo-Manzanillo de otras 22.347 libras de alimentos no perecederos procedentes del envío de la arquidiócesis de Miami, citado con anterioridad.
Diócesis de Bayamo-Manzanillo
Tras el impacto del huracán Melissa en la región oriental de Cuba, numerosas familias y comunidades de esta diócesis resultaron severamente afectadas con pérdidas materiales significativas, incluidas la destrucción total o parcial de viviendas y bienes esenciales.
Las intensas lluvias del meteoro después del meteoro atrajeron inundaciones junto al desbordamiento de las presas y la la salida de sus cauces de ríos, arroyos y canales. Ello afectó a familias en diversas comunidades de zonas llanas como Cauto Cristo, Jiguaní, Yara, Veguita y Río Cauto. La mayoría de las personas del municipio de Río Cauto tuvieron que trasladarse hasta centros de evacuación.
En una primera etapa de la Ayuda Humanitaria se pudo ofrecer apoyo inmediato en los centros de evacuación por parte de la diócesis, en coordinación con un donativo enviado por Cáritas Camagüey, el cual benefició a 1 296 familias, brindándoles apoyo esencial en medio de la emergencia:
Seminternado Orlando Lara
Seminternado Carlos Manuel de Céspedes
ESBU 30 Aniversario
IPVCE Silberto Álvarez
IPU Luis Marcano
La entrega se compuso de los siguientes recursos y alimentos:
650 prendas de vestir (enguatadas, pantalones, medias, pulóver)
3 888 paquetes de arroz de 370 g
964 latas de 142 gramos (atún, pechuga, res)
200 paquetes de 1 kg de detergente
48 Frazadas de cama
105 pares de calzados plásticos
En la Segunda Etapa se sumó el apoyo de organizaciones internacionales junto a la ayuda solidaria que se gestionaba desde Cuba
World Central Kitchen (WCK) donó un cargamento humanitario consistente en 1 200 módulos de alimentos y 300 ollas reinas. Esos recursos se distribuyeron entre familias de las comunidades más afectadas de Río Cauto, Cauto Cristo, Jiguaní y Bayamo.
En una nueva muestra de apoyo fraterno, en el Santuario del Cobre se entregó a nuestra Diócesis un significativo donativo de 490 carpas, provenientes de Panamá y donadas por Catholic Relief Services (CRS), cedidas a familias cuyas viviendas sufrieron daños estructurales y requieren protección inmediata ante las condiciones climáticas.
Nuevamente la hermana diócesis de Camagüey realizó otra entrega de ropa, medicamentos, artículos de aseo y alimentos, lo cual reafirma los lazos de hermandad y solidaridad de la organización.
Se prevé que la próxima semana arriben a la diócesis más de 20 toneladas de alimentos procedentes de la arquidiócesis de Miami, lo que permitirá continuar asistiendo a las familias damnificadas en esta difícil etapa de recuperación.
Todo el equipo de Cáritas y voluntariado eclesial junto a personas de bien de la Diócesis Bayamo–Manzanillo expresan su profundo agradecimiento a todas las organizaciones, instituciones y hermanos, tanto de dentro como fuera del país, que responden con generosidad y empatía ante el dolor y la necesidad de tantas familias afectadas por el huracán Melissa. Su solidaridad ha sido y seguirá siendo un pilar fundamental en la restauración de la esperanza y el bienestar de nuestras comunidades pues como expresa la Palabra de Dios: «El que tiene dos túnicas, dé a quien no tiene”.
Diócesis de Guantánamo-Baracoa
En esta diócesis, que el año anterior recibió afectaciones debido al huracán Oscar, nuevamente le envuelve una crisis debido a otro siniestro.
Ante las marcadas experiencias, su equipo diocesano y voluntariado de Cáritas realizaron el diagnóstico de los perjuicios y ofrecieron apoyo inmediato a comedores comunitarios en varias parroquias, sobre todo en aquellas que se conocía, eran las más dañadas por el huracán Melissa.A los 24 comedores de la diócesis se les entregaron más alimentos, carbón y otros medios de cocción para que lograran incrementar las frecuencias de almuerzos y la cantidad de beneficiarios, teniendo en cuenta las necesidades comunitarias. Algunos voluntarios narraron que, en medio de la adversidad meteorológica, lograron satisfacer a familias evacuadas en un sitio seguro con esos alimentos. Ello ha permitido un plato caliente a cerca de 2 mil personas vulnerables.
Tras la llegada de un donativo de arroz procedente de Miami, el cual estaba pronosticado recibirse antes de conocer la noticia del meteoro, se decidió la entrega de este producto en las comunidades más afectadas, lo cual fue oportuno en medio de la crisis multiplicada que experimentan las personas. De este donativo, ya se han distribuido las 1233 cajas de arroz de 13.3 kilos cada una (320 quintales de arroz Manna Pack, fortificado con soya) en todas las parroquias y órdenes religiosas de la diócesis. Se entregó en coordinación con las Cáritas parroquiales, destinadas a damnificados del ciclón y a familias más empobrecidas.
Asimismo se distribuyeron 500 módulos de alimentos, donados por World Central Kitchen en comunidades de Vilorio y La Yaya, del municipio de Niceto Pérez; La Colonia y Limonar, de El Salvador. Otros 536 módulos de la propia organización serán repartidos en zonas de Caimanera, Hatibonico, Guantánamo y El Salvador.
Previo al huracán se entregaron semillas de frijoles y hortalizas a beneficiarios del Programa de Acompañamiento a Familias Campesinas con orientaciones precisas de no sembrarlas hasta pasado el evento climatológico y se conoce del quehacer de apoyo virtual y presencial, con recursos y saberes necesarios para la recuperación agrícola y la limpieza de los campos.
En la actualidad, se gestiona la provisión de semillas de ciclos cortos e instrumentos de labranza que contribuyan a la recuperación de cultivos arrasados tras el evento meteorológico en este territorio extremoriental del archipiélago.
En un gesto de reciprocidad, parte del equipo de Cáritas Guantánamo se trasladó a Sagua de Tánamo (diócesis de Holguín) para apoyar a comunidades afectadas. Allí se entregó un donativo que incluyó: · Agua potable (el recurso más crítico y valorado). · Alimentos, carbón y recursos de aseo. · Medicinas para tratar síntomas de virus. · Enseres para un posible comedor de emergencia.
“El Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas”. Salmo 145:9
Resulta significativa la solidaridad emprendida en las diócesis hermanas, quehacer que sostiene la red de Cáritas Cuba en cada emergencia junto a la Conferencia de Obispos.
Cada una de ellas realizó los acompañamientos de la siguiente manera: Cáritas Santiago de Cuba recibió apoyo de Cáritas Santa Clara y Ciego de Ávila.Cáritas Holguín, fue acompañada por Cáritas Ciego de Ávila.Cáritas Camagüey se trasladó hasta Cáritas Bayamo-Manzanillo con donativos variados.Cáritas Cienfuegos y Cáritas Ciego viajaron y apoyaron a Cáritas Guantánamo.Paralelamente, las Diócesis de Pinar del Río, La Habana y Matanzas efectuaron desde el primer momento la recaudación de ayudas de todo tipo y una de ellas ya envió camiones con suministros de mayor necesidad tras coordinación con las diócesis afectadas.
En la Oficina Nacional de Cáritas Cuba se organizó una iniciativa para compartir un donativo monetario y se recibió a personas que también quisieron aportar de su dinero y bienes a las personas damnificadas, confiados de la transparencia y ayuda oportuna de la iglesia por medio de organizaciones como Cáritas.
En próximos días se continuará informando de la llegada de otras donaciones como las de Catholic Relief Services a través del Programa de Naciones Unidas, quienes ya entregaron 1625 carpas para cubrir las necesidades de familias cuyas casas tienen serias afectaciones constructivas. Este recurso se distribuye en las 4 diócesis dañadas.
Vivir el Evangelio compromete hoy a un accionar caritativo capaz de acompañar y socorrer a los hermanos que sufren una realidad más difícil por la devastación del huracán Melissa. Agradecemos a cada persona que se motiva en este camino de generosidad a dar su mano e iniciativas esperanzadoras. Que Dios bendiga e impulse nuevas maneras de servir con su Gracia y espiritualidad cristiana en este desafiante panorama colmado de heridas y necesidades.
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