Por: Equipo de Comunicación de Cáritas Cuba.
Foto: Cortesía Cáritas Honduras.
Monseñor Dionisio García, Presidente de Cáritas Cuba; Martiza Sánchez Abillud, directora de esta institución; y los directores de las Cáritas Diocesanas de Camagüey, Guantánamo y Holguín, representaron a nuestro país este mes de febrero en el XIX Congreso de Cáritas de la Región.
La cita, que tuvo por lema “Iglesia en salida que Transforma y Cuida la Casa Común”, aconteció en Valle de los Ángeles, Honduras. En ella coincidieron, además de Obispos Presidentes, Directores Ejecutivos de las Cáritas de América Latina y del Caribe y delegados de estas; invitados de las Cáritas de Norteamérica (CRS) y de las de Europa (Alemania, España, Francia, Italia, Inglaterra y la región europea en su conjunto).
Con motivo de este evento, el Papa Francisco envió una carta en la que llama a los participantes a “acompañar (a los pueblos latinoamericanos) en el dolor y el sufrimiento, con la determinación de seguir buscando caminos de liberación y no de dominación”.
Siguiendo dicha premisa, los actores de las Cáritas regionales meditaron respecto a su rol en este continente, donde la pobreza se traduce en exclusión, falta de oportunidades para el desarrollo, migración forzada, trata de personas, fragilidad democrática, extractivismo que deteriora el Medio Ambiente y muchos otros males.
En el documento final, resultante del encuentro, los participantes se comprometieron a: defender la primacía de la Persona Humana y el lugar prevalente de los Derechos Humanos; trabajar por una Democracia con valores y que suscite el discernimiento, la participación y el compromiso de todos los que formamos la Iglesia; fortalecer institucionalmente nuestras Cáritas, acompañando a las más débiles; promover y acompañar iniciativas de paz y de atención a las víctimas de los conflictos en los países y regiones en los que prevalece la violencia; defender la Casa Común desde un compromiso con una Ecología Integral; contribuir con nuestra sociedad para revertir el flagelo de la corrupción que afecta la Gobernabilidad en nuestros pueblos; promover una economía con rostro humano y ser una Iglesia Samaritana para dar respuesta al fenómeno migratorio que afecta a nuestros pueblos.
El pasado 13 de junio varias comunidades de la Diócesis holguinera celebraron la fiesta de San Antonio de Padua, a quien se invoca para hallar objetos extraviados y encontrar pareja. Hasta la Parroquia de Chaparra llegaron fieles de las comunidades de Delicias y Puerto Padre para participar de una celebración presidida por Monseñor Emilio Aranguren y concelebrada por varios sacerdotes.
Según la historia, San Antonio de Padua fue Proclamado Doctor de la Iglesia el 16 de enero de 1946 por el Papa Pío XI. Es la persona que más rápidamente fue canonizada por la Iglesia católica: 352 días después de su fallecimiento, el 30 de mayo de 1232, por el Papa Gregorio IX.
Al concluir la eucaristía, la Iglesia congregada acompañó en procesión por las calles del pueblo a San Antonio, hasta la casa ubicada en el barrio del Cenicero, que acoge el proyecto del Centro Pastoral Social Beata Madre Teresa de Calcuta.
El centro está promovido por Cáritas, como expresión de la caridad de la Iglesia, con financiamiento de la Embajada de Japón. Asumido por la comunidad de Chaparra, el proyecto responde al espíritu evangelizador que nos anima como misioneros.
Después de casi dos años de construcción y remodelación, las personas mayores podrán disfrutar de los servicios que se prestarán a partir del día 29 de junio. La casa consta de los servicios de comedor (en una primera etapa para 20 personas con escasos recursos económicos), peluquería-barbería, enfermería, sala de TV, biblioteca, talleres de artesanía y corte y costura. Es el segundo centro de este tipo después de la experiencia de la Divina Misericordia en la cuidad de Holguín y la única con sus peculiaridades en la Vicaría de Las Tunas.
En sus palabras al grupo durante la bendición, Mons. Emilio Aranguren, Obispo de la Diócesis, pidió a Dios para que por intersección de San Antonio todos los que sean atendidos en esta casa integren una gran familia, encuentren un trato humano y misericordioso y que de manera especial, al salir de allí, siempre experimenten que su cuerpo y alma están recuperados por la fuerza del espíritu, que se ha expresado a través de un gesto de misericordia divina.
Para Manuel Martínez, Director de Cáritas Diocesana esto “es ver un sueño hecho realidad. La caridad es inherente a todos los cristianos y Chaparra es símbolo de eso. Que los necesitados vean y se sientan en ella como verdaderos hijos de Dios.”
El Padre Roque Morales, párroco de Chaparra, valoró de positiva la apertura de la casa de Pastoral Social, pues es un espacio para la Diócesis y en especial para la comunidad, donde la Iglesia a través de lo que hace ayuda a que la gente comprenda que Dios nos ama y está presente en la vida de todos, principalmente de los más necesitados. Más que un logro, que un sueño, es sencillamente la mano de Dios que se extiende, expresó.
Juan Carlos Martínez es un joven de la comunidad y uno de los fieles colaboradores con que ha constado este proyecto. “Hay una gran expectativa en toda la comunidad cristiana y el pueblo en general, para muchos es un gran paso y un reto que podamos contar con un centro como este en nuestro municipio. El inmueble podrá ser usado con varios fines, tanto caritativo como social. A partir de ahora se inicia un nuevo camino y esperamos, con la ayuda de Dios, dar lo mejor de nosotros”, aseguró.